Mientras dure su período, el Poder Ejecutivo no enajenará un adarme de las riquezas públicas, ni cederá un ápice del dominio absoluto del Estado sobre ellas.
Comunicación al vicegobernador de la provincia de Entra Ríosoctubre de 1920
El país ha acumulado amargas experiencias sobre el manejo desordenado e imprevisor de las riquezas naturales que forman parte del patrimonio del Estado. Basta recordar lo acontecido con la tierra pública, cuya historia desastrosa mantiene una acusación ilevantable sobre las gobiernos del pasado, y que fuera enajenada a precios viles sin plan ni concierto -sustrayéndolaContinue reading →