Las revoluciones están en la ley moral de las sociedades, y ni es dado crearlas ni es posible detenerlas, sino mediante reparaciones tan amplias, como intensas son las causas que las engendran.
Afirma el Poder Ejecutivo, como fundamental al desenvolvimiento social, político y económico de la Nación, el principio del dominio de los Ferrocarriles del Estado y de la extensión de sus líneas. Mensaje al Congreso Nacional