Afirma el Poder Ejecutivo, como fundamental al desenvolvimiento social, político y económico de la Nación, el principio del dominio de los Ferrocarriles del Estado y de la extensión de sus líneas.
De hombres y sociedades sobrios y virtuosos se hacen pueblos libres y focos de civilización, pero de hombres y sociedades a quienes domina el libertinaje y el desenfreno de goces materiales, no se harán sino conglomerados expuestos a todas las contingencias y descomposiciones. Primero carta al Dr. Pedro C. Molina